miércoles, 27 de julio de 2016

MORGAN BLANCO! GRANDE SIN PRETENSIONES



No fue en el Lp Machuca 10042 que se convirtió en gran éxito y que se tituló “EL VIRTUOSO DEL ACORDEÓN” cuando se le asignó ese mote artístico. Morgan era conocido así en Barrancabermeja años atrás cuando era el fuelle estelar del conjunto que comandaba Carlos Román: “LOS VALLENATOS DEL MAGDALENA” al que llegó a ocupar la plaza que dejó vacante Aníbal Velásquez en 1959 cuando se retiró para formar su grupo. Un 17 de Diciembre en lo que es hoy calle 72 y en aquellos tiempos era llamada Calle 10 del Prado cuando no había la nomenclatura, en el cruce con la carrera 49, MORGAN BLANCO le dijo “hola” al mundo. No había cumplido los 17 años cuando MORGAN ENRIQUE BLANCO BORRERO comenzó el aprendizaje del acordeón y a poco ya tocaba “El ramillete” de Abel Antonio Villa y se sabía todas las canciones de Los Vallenatos del Magdalena; pero como acordeón solo no hace nada, se alió a unos muchachos del barrio y formaron el conjunto “Caldereta”, llamado así porque de él formaba parte Lucho Better, muchachón también que ni soñaba con ser pianista y reventaba las latas de manteca a manera de bongó. Estaban también Carlos Perdomo, “Come cuero”, que tocaba la caja de caña, y completaba el elenco Francisco Reyes con la guacharaca. Romancito y su conjunto tenían programa todas las noches por la Riomar del viejo Meza y Morgan que era asiduo escucha del mismo notó que Los Alegres Vallenatos fallaron una semana completa. Ni corto ni perezoso fue a ofrecer sus servicios al empresario. Los animadores del programa que eran Orlando Rodríguez y Roque Celia se entusiasmaron con su ritmo sobre todo porque podía tocar el fuelle exacto a Aníbal Velásquez la estrella del acordeón en el conjunto, que se había retirado y Lisandro Meza luego de un intento fugaz, no dio la talla y de ahí las ausencias del grupo. “Total que me contrataron” cuenta Morgan “y me pagaban $10 pesos por programa”. Así pasó a alternar con los consagrados Román y dado el modo de ser de Morgan, bien pronto también se amistó con el gran Aníbal y con los Romancitos y los Velásquez puesto que él estuvo desde antes de irse Aníbal, haciendo algunas suplencias; pero como Morgan siempre admiró a Aníbal, rápidamente se fue aprendiendo el repertorio hasta que lo reemplazó con todas las de la ley. Estando vivo Robertico Román, Morgan no logró hacer grabaciones con ellos, pero sí estuvo en muchísimas presentaciones por todos los sitios de la Costa. Luego el conjunto estaba condenado a sufrir otra baja cuando el nefasto 11 de Enero de 1957 Robertico falleció de una vieja dolencia. Su hermano Carlos continuó en la lucha, pero los tiempos habían cambiado lo suyo y el conjunto se denominó SONORA VALLENATA, haciendo Morgan hincapié en que fueron LOS PRIMEROS en hacer una agrupación con fuelle, trompetas, bajo, ritmo etc y llamarla Sonora y desde entonces eran anunciados como La Sonora Vallenata de Carlos Román y el virtuoso del acordeón Morgan Blanco. Es de recordar aquel famoso número “bonito que toca Morgan/ y canta Carlos Román/y con su buena trompeta/ el maestro Pacho Galán/”. Entonces sí que el acordeonista barranquillero grabó mucho y muy buenos temas: “Empújale la aguja”, “El gato de lujo”, “Materile” entre otros. Con posterioridad cuando el morocho gringo Chubby Checquer impone el twist en el mundo, La Sonora Vallenata con Morgan en el fuelle hace una gran travesura que el público acoge con delirio: Twist en acordeón y salen con exitazos de carnaval como “Welcome” y “Eso no lo digo yo”. Aquí el artista pide que esto también se le ponga en negrilla “fuimos los primeros en grabar en inglés (claro el de Carlos) aquellos temas acompañados de acordeón”. Fueron casi 10 años de actuaciones al lado de Carlos Román alternando las grabaciones con el crédito para su conjunto. “Me explico: algunos temas mencionaban solamente a Román y otros se etiqueteaban como Morgan Blanco y su conjunto y ahí cantaba Román, estando en ambos los mismos músicos”. En ese tiempo Morgan viajó por toda Colombia presentándose con éxito en Venezuela, Panamá, y Centroamérica. También graba dos volúmenes instrumentales para una disquera americana en los que se incluyen temas de Rosendo Martínez, Nicolás Ortiz autor de Promesas de cumbiambera, y del propio Morgan. Hay que recordar otro tema que viene a cuento en la temporada de carnaval: “dicen que Lallo se fumó un tabaquito/ dicen que Lallo se fumó un tabacón/ y después que se lo fumó /ahí se formó tremendo vacilón/ tremendo vacilón/ se fumó un tabaquito/ tremendo vacilón/ se fumó un tabacón/”. Cuando el otro hermano Román se va también al Seno del Señor, Morgan conserva el conjunto y su siguiente impacto es “Ramita de Matimbá” una creación de Rosendo que fue y es de primera. En este punto Morgan hace reconocimiento a quien ha sido  el ÚNICO en ocuparse de él como Dios manda, igual que con otros artistas del terruño y de la región. También quiere mencionar a los integrantes de su conjunto: los hermanos Blanco (3), que se ocupaban de la caja, el güiro y la timbaleta, Pascual Vásquez en la tumbadora y Ciro Pérez en el bajo. Del mismo modo a los vocalistas que ha tenido la agrupación a través de tantos años: Pepe Molina, Lucho Pérez, Eliseo Herrera y Gustavo Barros único que sobrevive.  Adelantando en el tiempo Morgan pegó otro gran tema: “Lo lindo de la vida es la mujer” y ya no nos sorprende: ese año NADIE lo contrató y sí trajeron combitos venezolanos de media cuchara. Resentido? Pregunto yo. “No hermano, ya sabemos ciertos artistas que nadie es profeta en su tierra y por ello es probable que deje mi tierra con mucho pesar, pero cómo se hace. Qué más puede hacer un artista que pega un disco 12 o 14 semanas en el hit parade y no le ofrecen ni un mal baile? En cambio Venezuela y Panamá me llaman”. Alguien opinó que se debía a que Morgan no era “metido”. Morgan nada dijo pero yo respondo por él: Acaso necesita un artista que está en los primeros planos en todos los tiempos, andar metiéndose por los ojos? No. Él se mete por los oídos con sus canciones que pegan y después se siguen recordando. Yo termino preguntando a Morgan si en su estilo hay influencia de Aníbal y con espontaneidad responde. “Si, Aníbal es un maestro, su influencia va en mí y por eso no me considero acordeonista de vallenatos sin que esto quiera decir que no mire a esos artistas grandes especialmente a Alfredo Gutiérrez”. También como de Aníbal y Gutiérrez,  de Morgan quisieron opinar que no sabía tocar vallenato pero qué tal Aníbal que desde los 15 años tocaba los aires de la “yuca” con toda propiedad? Y le tocó hacer con Los Vallenatos del Magdalena varias interpretaciones de paseo y merengue puro y baste el caso de haber hecho la grabación original de “La casa en el aire” y de Gutiérrez les parece poco tres veces Rey Vallenato. Así Morgan cuando el caso ha llegado ha tocado no digo vallenato. Ese es un grande.

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