jueves, 4 de agosto de 2016

ZAPATERO A TUS ZAPATOS.

LA VIEJA GUARDIA DEL CALZADO

El subtítulo de este relato es para aclarar que el escrito no tiene nada que ver con lo que dicen hace mucho tiempo de personas que no sabiendo hacer una cosa, pretenden hacerla. Hace rato me ha inquietado la idea que el zapatero es una especie en extinción y algunas personas me han dicho que no, que hay todavía muchos zapateros remendones, que en el barrio La Magdalena por ejemplo, en dos manzanas hay como cuatro carajos de esos y por otras partes también. Aún así yo sigo con mi terquedad, porque el hecho que todavía haya 500 ejemplares de una especie animal rara, no quiere decir que no se esté extinguiendo. Así me pasa con los zapateros, quienes me siguen pareciendo que están llevando del bulto, cuando hace muchos años tuvieron su “belle epoque” y ahora que hasta el mismo presidente de la República usa tenis de colores, los hombres del cuero y las  hormas deben estar viéndolas negras. Y quiero, no para presumir sino para presentar como carta credencial, advertir que tengo bastante conocimiento de la materia porque mi primer empleo fue en una firma (Arrázola y Cía) que tenía una sección de calzado de exportación. De paso, increíble: en el año 50 Barranquilla le vendía calzado a Bucaramanga y Medellín. Por supuesto, Arrázola no fue el primero, pero sí estuvo entre los pioneros de esto y después los cachacos aprendieron y nos jodimos. Arrázola y Compañía hasta quebró en el 53 y los hermanos uno de los cuales llegó a ser padre de la Virreina de Belleza de Colombia en el 70, Clemencia Arrázola Gómez, tuvieron que montar una cajita de cambio en el centro. Pero aquellos tiempos buenos cuando Barranquilla brillaba tuvo grandes empresas de calzado como la Industria Barranquillera, Chavalita, Camodi, que su dueño Carlos Molina Díaz montó con la plata que se ganó en un 5 y 6, Calzado Ideal de Rafael Barreto y otros que no tenían nombre oficial pero eran importantes como el de Marcos Mendoza en la calle 35 llegando a la 29 donde trabajó el flaco Cepeda, el primero que se disfrazó de muerte, el de José González o el del hermanastro de Barreto a quien conocí como Angel Castro y después se presentaba como Efraín, y también las de los italianos Vitete en Chiquinquirá y Di Gregorio y el polaco mi entrañable e inolvidable amigo Beny Wodnisky, sin mencionar otros porque me haría interminable y dejaría en el cuarto oscuro a Calzado Ducal, creadores de los mocasines y el calzado para dama ballet Ducal: “la música hecha calzado”; Cozzarelli hermanos, Calzado Ópera, La Francesita, el Piave, Calzado El Po y “ qué sé yo”.  Por cierto que el zapatero puede ser de los pocos que tenga dos refranes: el otro es “lunes de zapatero” , dicho no totalmente cierto, porque aunque plagiando a  Miguel Nule: “ ser borrachón es una condición inherente al zapatero”, los que trabajaban en empresas organizadas se cuidaban de no amanecer enguayabaos los lunes. Pero los otros, los dueños de “yolis”(talleres pequeños) o que tenían su banco en la casa, esos sí…hágale. En Arrázola y compañía yo recién graduado, pelao, tenía prácticamente a mi cargo esa sección y veía todo el engranaje de la actividad: cortadores, plantilladores, guarnecedores y zapateros de banco, y me familiaricé con herramientas como el burro, que calentaban para “lujar” ( aplicar y dar brillo) a los cercos volados, porque había también planti suela puntiagudos y de dos tonos, para imitar como en tantas otras cosas a los cubanos. Aquella pinzas pico e’ loro con las que estiraban las capelladas que ya debidamente diseñadas por el cortador modelista, tenían que “montar” en la horma respectiva. Los tacones de madera forrados de cuero devastado y con base de suela primero y posteriormente de caucho comprados hechos. Las máquinas especiales para guarnecer… la vieja gloria del futbol Gilberto Arias Peralta “el sapo” era guarnecedor donde Arrázola y Cía., lo mismo que la gran basquetbolista selección Atlántico María Vargas, que se codeaba con Flor Lascano la estrella, y tantas otras cosas. Bueno para irles dando forma al final porque se amaña uno y se va alargando, digamos que Barranquilla fue en todos esos años 40s y parte de los 50s tal vez el centro número uno productor de calzado en Colombia, para honra de sus zapateros borrachones de entonces. Porque realmente el zapatero era “espantajopo”,  embustero, mamador de gallo, hablaba como el carajo, y se las tiraba de cantante, y mientras hacía su labor se jalaba los boleros de moda. También tenía la costumbre del “diario” que consistía en que tenían que darle –en aquel tiempo- un peso todos los días de lunes a viernes, y el sábado recibía la paga mocha, y después a beber ron y a quejarse de la vida y del presidente de turno. En Arrázola yo mismo les entregaba cinco pesos los miércoles en la mañana porque los directivos decían que esa vaina de estar dándole plata todos los días era un sebo, y lo mismo era en Faitala, en Juan Juha, y las demás empresas organizadas ya mencionadas o sin mencionar, porque como les anoto siempre, no es que las ignore, sino que no cabrían. Sí, diga lo que diga cierta gente, el zapatero es una especie en vías de extinción. Lo que pasa es que hay berracos como el que tenía el puesto en la puerta de Avisos Ortiz, del gran compositor Nicolás, que ese trabajaba duro como en los tiempos de la media suela y la suela entera, con o sin tacón. Y hay otros como mi querido amigo Raul Pinto de la H. “las manos que diseñan” que ni de vaina que se “rebaje” a poner un banco de zapatería en la calle, aunque es un fabricante de calzado que así es como les gusta a ellos que los llamen, completo y competente, y por eso solo trabaja en “Marvila” del ”colorado” Toño Acuña que también las está viendo negras. Digo al terminar que también pocos oficios como el de zapatero han provocado discos con cantantes famosos, películas, especiales periodísticos, y refranes (otro más) “la horma de tu zapato” que durarán toda la vida. Ese es el benemérito zapatero remendón a quien el extraordinario Manolo Monterrey le cantó un gran éxito con Aquella Billos como fue Jacobo Basura.

1 comentario:

  1. hola, soy estudiante de arquitectura y quisiera obtener mas información acerca de calzados la francesita, es para una investigación de la universidad sobre el centro histórico de barranquilla

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