No fue en el Lp Machuca
10042 que se convirtió en gran éxito y que se tituló “EL VIRTUOSO DEL ACORDEÓN”
cuando se le asignó ese mote artístico. Morgan era conocido así en
Barrancabermeja años atrás cuando era el fuelle estelar del conjunto que
comandaba Carlos Román: “LOS VALLENATOS DEL MAGDALENA” al que llegó a ocupar la
plaza que dejó vacante Aníbal Velásquez en 1959 cuando se retiró para formar su
grupo. Un 17 de Diciembre en lo que es hoy calle 72 y en aquellos tiempos era
llamada Calle 10 del Prado cuando no había la nomenclatura, en el cruce con la
carrera 49, MORGAN BLANCO le dijo “hola” al mundo. No había cumplido los 17
años cuando MORGAN ENRIQUE BLANCO BORRERO comenzó el aprendizaje del acordeón y
a poco ya tocaba “El ramillete” de Abel Antonio Villa y se sabía todas las
canciones de Los Vallenatos del Magdalena; pero como acordeón solo no hace
nada, se alió a unos muchachos del barrio y formaron el conjunto “Caldereta”,
llamado así porque de él formaba parte Lucho Better, muchachón también que ni
soñaba con ser pianista y reventaba las latas de manteca a manera de bongó.
Estaban también Carlos Perdomo, “Come cuero”, que tocaba la caja de caña, y
completaba el elenco Francisco Reyes con la guacharaca. Romancito y su conjunto
tenían programa todas las noches por la Riomar del viejo Meza y Morgan que era
asiduo escucha del mismo notó que Los Alegres Vallenatos fallaron una semana
completa. Ni corto ni perezoso fue a ofrecer sus servicios al empresario. Los
animadores del programa que eran Orlando Rodríguez y Roque Celia se
entusiasmaron con su ritmo sobre todo porque podía tocar el fuelle exacto a
Aníbal Velásquez la estrella del acordeón en el conjunto, que se había retirado
y Lisandro Meza luego de un intento fugaz, no dio la talla y de ahí las
ausencias del grupo. “Total que me contrataron” cuenta Morgan “y me pagaban $10
pesos por programa”. Así pasó a alternar con los consagrados Román y dado el
modo de ser de Morgan, bien pronto también se amistó con el gran Aníbal y con
los Romancitos y los Velásquez puesto que él estuvo desde antes de irse Aníbal,
haciendo algunas suplencias; pero como Morgan siempre admiró a Aníbal,
rápidamente se fue aprendiendo el repertorio hasta que lo reemplazó con todas
las de la ley. Estando vivo Robertico Román, Morgan no logró hacer grabaciones
con ellos, pero sí estuvo en muchísimas presentaciones por todos los sitios de
la Costa. Luego el conjunto estaba condenado a sufrir otra baja cuando el
nefasto 11 de Enero de 1957 Robertico falleció de una vieja dolencia. Su
hermano Carlos continuó en la lucha, pero los tiempos habían cambiado lo suyo y
el conjunto se denominó SONORA VALLENATA, haciendo Morgan hincapié en que
fueron LOS PRIMEROS en hacer una agrupación con fuelle, trompetas, bajo, ritmo
etc y llamarla Sonora y desde entonces eran anunciados como La Sonora Vallenata
de Carlos Román y el virtuoso del acordeón Morgan Blanco. Es de recordar aquel
famoso número “bonito que toca Morgan/ y canta Carlos Román/y con su buena
trompeta/ el maestro Pacho Galán/”. Entonces sí que el acordeonista
barranquillero grabó mucho y muy buenos temas: “Empújale la aguja”, “El gato de
lujo”, “Materile” entre otros. Con posterioridad cuando el morocho gringo
Chubby Checquer impone el twist en el mundo, La Sonora Vallenata con Morgan en
el fuelle hace una gran travesura que el público acoge con delirio: Twist en
acordeón y salen con exitazos de carnaval como “Welcome” y “Eso no lo digo yo”.
Aquí el artista pide que esto también se le ponga en negrilla “fuimos los
primeros en grabar en inglés (claro el de Carlos) aquellos temas acompañados de
acordeón”. Fueron casi 10 años de actuaciones al lado de Carlos Román
alternando las grabaciones con el crédito para su conjunto. “Me explico:
algunos temas mencionaban solamente a Román y otros se etiqueteaban como Morgan
Blanco y su conjunto y ahí cantaba Román, estando en ambos los mismos músicos”.
En ese tiempo Morgan viajó por toda Colombia presentándose con éxito en
Venezuela, Panamá, y Centroamérica. También graba dos volúmenes instrumentales
para una disquera americana en los que se incluyen temas de Rosendo Martínez,
Nicolás Ortiz autor de Promesas de cumbiambera, y del propio Morgan. Hay que
recordar otro tema que viene a cuento en la temporada de carnaval: “dicen que
Lallo se fumó un tabaquito/ dicen que Lallo se fumó un tabacón/ y después que
se lo fumó /ahí se formó tremendo vacilón/ tremendo vacilón/ se fumó un
tabaquito/ tremendo vacilón/ se fumó un tabacón/”. Cuando el otro hermano Román
se va también al Seno del Señor, Morgan conserva el conjunto y su siguiente
impacto es “Ramita de Matimbá” una creación de Rosendo que fue y es de primera.
En este punto Morgan hace reconocimiento a quien ha sido el ÚNICO en ocuparse de él como Dios manda,
igual que con otros artistas del terruño y de la región. También quiere
mencionar a los integrantes de su conjunto: los hermanos Blanco (3), que se
ocupaban de la caja, el güiro y la timbaleta, Pascual Vásquez en la tumbadora y
Ciro Pérez en el bajo. Del mismo modo a los vocalistas que ha tenido la
agrupación a través de tantos años: Pepe Molina, Lucho Pérez, Eliseo Herrera y
Gustavo Barros único que sobrevive.
Adelantando en el tiempo Morgan pegó otro gran tema: “Lo lindo de la
vida es la mujer” y ya no nos sorprende: ese año NADIE lo contrató y sí
trajeron combitos venezolanos de media cuchara. Resentido? Pregunto yo. “No
hermano, ya sabemos ciertos artistas que nadie es profeta en su tierra y por
ello es probable que deje mi tierra con mucho pesar, pero cómo se hace. Qué más
puede hacer un artista que pega un disco 12 o 14 semanas en el hit parade y no
le ofrecen ni un mal baile? En cambio Venezuela y Panamá me llaman”. Alguien
opinó que se debía a que Morgan no era “metido”. Morgan nada dijo pero yo
respondo por él: Acaso necesita un artista que está en los primeros planos en
todos los tiempos, andar metiéndose por los ojos? No. Él se mete por los oídos
con sus canciones que pegan y después se siguen recordando. Yo termino
preguntando a Morgan si en su estilo hay influencia de Aníbal y con
espontaneidad responde. “Si, Aníbal es un maestro, su influencia va en mí y por
eso no me considero acordeonista de vallenatos sin que esto quiera decir que no
mire a esos artistas grandes especialmente a Alfredo Gutiérrez”. También como
de Aníbal y Gutiérrez, de Morgan
quisieron opinar que no sabía tocar vallenato pero qué tal Aníbal que desde los
15 años tocaba los aires de la “yuca” con toda propiedad? Y le tocó hacer con
Los Vallenatos del Magdalena varias interpretaciones de paseo y merengue puro y
baste el caso de haber hecho la grabación original de “La casa en el aire” y de
Gutiérrez les parece poco tres veces Rey Vallenato. Así Morgan cuando el caso
ha llegado ha tocado no digo vallenato. Ese es un grande.
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