jueves, 19 de mayo de 2016

UN GRANITO DE ARENA A VECES PESA MUCHO.



No le gustaba que a su nombre artístico que es el mismo con que la llevaron a la pila bautismal en la  Iglesia de Nuestra Señora de las Gracias de Torcoroma de Ocaña, le adicionaran sus apellidos.” Yo soy Yolanda la  cantante y punto”. Muchísima menos gracia le hacía que la mencionaran en diminutivo y por ello todavía hoy, no puedo evitar una sonrisa cuando escucho a algún locutor anunciarla “Yolandita de Colombia”. Si el pizco supiera ( y ahora lo va a saber ) lo que le revienta a Yolanda además de que empequeñezcan su nombre, esa vaina dizque de Colombia. De ahí que respetuoso aun de sus  ideas me ocupe solamente de su nombre a pesar de conocer  a pesar de conocer sus dos apellidos. Terminaba 1970, era el furor de la balada que cimentaba su popularidad en prestigiosos nombres artísticos, intérpretes de gran valía en ambos sexos. Fue para entonces cuando a Pacho Zapata se le dio por lanzar a una cantante por la que nadie daba el mínimo pronóstico de éxito. Dicen por ahí que unos cargan la fama y otros cardan la lana. Los costeños tenemos fama de “mamadores de gallo” pero hay que ver y oír a los cachacos que nos tildan de tal. A Pacho Zapata sí que le jodieron la vida en aquella ocasión. Yolanda no había cumplido los 15 años y en Codiscos decían que más guitarras eléctricas y organetas necesitaba biberones. Cuando hay en la palestra una Carmenza Duque, cuando doña Yolima Pérez tenía éxitos en el mercado, cuando misiá Claudia empezaba a bombardear con sus primeros temas “Llévame contigo” y “Momentos”, se necesitaba estar medio sollao para pretender  que una niña les moviera el piso. Pero la ocañerita no se dejó amilanar nunca e igual que después no le anestesió la adulación, tampoco en aquella época la desanimó la “mamadera de gallo” cachacona. Logró por lo menos grabar, pero no estuvo bien programada y aunque su intervención gustó, quedaron algunas dudas. Para acabarla de embarrar. La invitaron a un programa de televisión que tenía Hilda Strauss ( Si lo sabe cante ) y allí el difunto tenor Régulo Ramírez y Juan Peña la despedazaron. Personalmente siempre creí que aquello fue “fríamente calculado” y aunque Yolanda que no se mordía la lengua precisamente, explicase que “ lo hice intencionalmente para probar la dureza del  piso”, la verdad es que se cayó. Y cualquiera se hubiera caído, cualquiera de un poco más de 15 años que se le acribillase con canciones de Guillermo Buitrago, José Barros y Lucho Bermúdez; pero estaba escrito: Yolanda tendría que ser una mujer excepcional y una cantante de gran calidad, cuando la semana siguiente para tapar la boca de tanto hablador, la ocañera pidió la revancha, como cualquier estudiante de carrera profesional que se respete que ve aproximarse un parcial Yolanda estuvo entregada al estudio de la música vieja de la costa y en aquellos siete días si durmió 24 horas fue mucho. Y qué pasó? Que en ese programa reventó a sus contrincantes y no contenta con esto dejó mal parado al trío de los Jaimes que no pudieron acompañarla en una canción que les pidió y hasta a la animadora a quien fulminó con preguntas sobre Campo Miranda y Estercita Forero, sacándose el clavo cuando le dijo en medio de su fresca risa: “Ud. Dizque no es barranquillera pues?” A una muchacha así hay que tomarla en cuenta; sin embargo la cosa no era tan mamey y a alguien en la disquera se le ocurrió decirle tontamente:” oiste vos Yolandita”-“ A mí no me diga Yolandita carajo”.-“ Bueno doña Yolanda qué piense vusté aportar  para el éxito de nuestros discos pues”-“ voy a aportar un granito de arena”-“ Eh, Ave María hombre por Dios, con esos aportes sí que estamos lucidos hombre”. Mi difunto hermano mayor se extrañaba una vez que le rechazaron un aporte similar y decía todo cabrero:” que un granito de arena no es nada, Vé, zámpatelo en un ojo pa’ ve que te pasa”. Y más si usas lentes de contacto añado yo. Bueno, el granito que aportó Yolanda se zampó no en el ojo sino en el oído del público colombiano e hizo su efecto:” Granito de arena/cachito de pena/ así era tu amor/. Lucero chiquito/ barquito sin vela/ así era tu amor/”… Y entonces se produce una sucesión de triunfos, una secuencia de éxitos dentro de la línea de moda que no solo echaron por tierra todos los vaticinios pesimistas, sino que situaron a Yolanda al lado de las grandes. Vaya paradoja: la pequeña Yolanda entra a aquel medio campo, y mire Ud que doña Yolima y misiá Claudia tuvieron que esforzarse ante el tren de juego que impuso la virgoniana de Norte de Santander. Porque Yolanda hizo lo que ninguna de las cantantes jóvenes había hecho hasta entonces y que solo realizó Isadora cuatro años después: hacer versión moderna de una canción vieja guardia y pegarla y venderla más que la original:” lo nuestro terminó/ porque tú me  engañaste/ tu olvido me enseñó…” Este consagrado tema del jibarito Noel Estrada, que grabó el trío Vegabajeño en 1947 tuvo su segunda época en el 72 con la exquisita cantante colombiana quien no contenta todavía y deseando erradicar definitivamente las dudas( dudas que solo se basaban en su corta edad ya que nadie puso jamás en tela de juicio sus capacidades ) se lució interpretando la inmortal Canción del alma del maestro Hernández que en el concepto de muchos  comentaristas entre los que me incluí, superó la versión de María Luisa Landín:” yo sé que tú comprendes/ la pena que hay en mí/ que estando yo a tu lado/ se acaba mi sufrir… y logró definitivamente sitial de honor cuando reconquistó mercados para temas tan antiguos como En un beso la vida, Plazos traicioneros, Corazón y Si no eras para mí. Era un caso extraño: Colombia tenía una vocalista de gran madurez en la persona de Yolanda que no había cumplido aún los 17 años. Posteriormente fue la primera en presentir que la balada como canción romántica tenía los días contados. Hizo un receso y se dedicó a desintoxicarse de ye yé y go gó. Estudia mucho y como tenía gran facilidad para asimilar los aires tropicales, reaparece con un cargamento de temas costeños que hacen furor: revive la expresión autóctona de la puya y el porro; el merengue y la cumbia encontraron al fin la intérprete que esperaban hacía tiempo. Hoy he querido hacer evocación que actualmente sin llegar a 59 años, tiene la pendejadita de más de cuatro décadas de exitosa carrera y además puede ufanarse de haber triunfado en dos modalidades diametralmente opuestas, cosa que no solo en Colombia sino en el mundo son poquísimos los que lo han hecho y al revés , ancianos ya, todavía andan en los escenarios, aun en el retiro y a su edad actual no me sorprende que ella corone cualquier empresa de otro tipo que acometa porque la ocañera es tenaz y como lo dice en uno de sus éxitos “lo que me gusta tengo con toda seguridad”.

1 comentario:

  1. Y dondr está Yolanda en la actualidad. Quisiera saber qué hace, se casó, dónde vive etc.

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